jueves, 28 de junio de 2012

Solo un café por el amor de dios.

Total que llegué a uno de esos Starbucks y dije: 
-Un café, por favor. 
-¿Va a ser capuccino, latte, mocha, macchiato? 
-No gracias, solo un café. 
-Pero, ¿qué sabor quiere que sea? 
-De ninguno, solo quiero que sea un café y ya.
 -Sí, señor, pero ¿de cuál azúcar o leche le vamos a agregar? 
-De ninguna, lo quiero negro.
- ¿Crema? 
-Nada. 
-Porque el azúcar y la crema no se cobran. 
-¿Sabes que? olvídalo, dame un Ginger Ale.


... ¿Son tantas las ganas de figurar como persona, mas que los demás que ya no te pueden servir un puto café, que sepa y que huela a café?, lo único que viene a mi mente es aquella frase celebre que alguna vez leí por ahí: "NO MAMAR".